LA CEIBA
Tan bella como misteriosa
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Tan bella como misteriosa
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Ingenio La Demajagua |
Nació para dejar correr en su sabia milenaria el alimento de lo divino y de lo mítico. Su porte atrae a toda forma viviente y se sustenta de la devoción, el respeto y la admiración que todos le regalan. Es generadora de todo lo humano; pero también de todo lo divino, porque necesita de todo eso para vivir, para sentirse reina y señora. Se yergue en El Templete, en el Parque de la Fraternidad, en las cercanías de la bahía de Regla, entre la rueda dentada del destruido ingenio de La Demajagua, siendo testigo del tiempo y la epopeya; y ahora hay una nueva en el parque de Bahía, en La Habana del Este. Permanece –también- orgullosa y gallarda en Guaracabuya para indicar el centro exacto de la isla de Cuba en tierras villaclareñas y desde su solitaria presencia, reina el paisaje que la rodea, dominando la mente de muchos hombres. En ella se funden mito y realidad, leyenda y razón, pasión y verdad.
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La ceiba que marca el lugar más alto de Santiago de Cuba |
La Ceiba, es una especie hierática entre los cubanos. Ella, majestuosa y sagrada por excelencia, se empina solemne sobre sus grandes raíces a modo de contrafuertes, tanto en las sabanas como en los campos de Cuba, además de otros lugares tropicales de América. Objeto de culto para los creyentes de varias religiones afrocubanas, en el que comulgan con igualdad y con idéntico fervor, negros y blancos y a la que se le atribuyen disímiles interpretaciones sobrenaturales. De ella Alejo Carpentier, escribió en La consagración de la primavera, una de sus más ambiciosas novelas:
[…] Árbol parado por derecho propio, indiferente a las sequías, indiferente a las lluvias, desafiador de huracanes, testigo impasible y enhiesto de diez, veinte ciclones, en cuyas ramas no anidaban los pajarillos; porque no les interesaban los solos de pífanos ni las músicas de cámara, sino la sinfonía de los vientos viajeros que, de paso, le narran la historia del mundo […]
Ceiba de Banes en Holguin que divide la calle. |
La Ceiba, como la Palma Real, es el árbol más privativo de la ínsula caribeña. Sus raíces están siempre colmadas de ofrendas y monedas que nadie –ni por error- se atreve a apoderarse y ¡¿Derribarla?! ¡¿Quién se aventuraría a hacer semejante disparate?! Quien ha vivido en Cuba sabe qué tan difícil resulta talar uno de estos árboles prodigiosos, eminentemente santos y brujos. Un guajiro –por ejemplo- jamás se atrevería a descargar su pesada hacha sobre su grueso tronco ¡Qué va!, ni aunque le pagasen con pepitas de oro. En ella siente misteriosamente presente un mundo de espíritus, le espanta la fuerza oculta, la persona invisible y sobrenatural que se volvería contra él en un tremendo impulso de venganza. La mayoría se negaría rotundamente de cometer este acto impune que –está convencida de ello-, es lo único con lo que no se juega; porque saben (sabemos) que trae siempre aparejada –más temprano que tarde- una terrible desgracia. Incluso si una carretera debe pasar justo por donde está sembrada, la rodean para no talarla. Es sabido que echarlas abajo es pecado, con todas las agravantes de un pecado mortal. Dicen que las Ceibas se vengan, que no perdonan.
Y plantar uno de estos fastuosos árboles, no es tarea fácil, sino que el creyente que siembra una Ceiba, contrae un compromiso de gran envergadura. A menudo se ha dicho que se sacramenta junto con la Ceiba, de modo que ese lazo le brindará protección de por vida; pero también le obligará a pagar determinados tributos. Por cierto, hace unos años, en 2008 exactamente, santeros y babalawos e incluso hasta sacerdotes católicos cubanos fueron convocados por las autoridades del Archipiélago para rogar por la salud del ex-presidente Castro, que estaba por cumplir sus 82 años y por entonces andaba muy mal de salud. ¿Qué a qué viene esto? Pues que plantaron una Ceiba en su honor que tenía la misma cantidad de años de germinada que las que cumpliría el mandatario comunista y fue traída de un patio de la casa de una santera anciana que lo donó antes de morir.
Así es que desde el 13 de agosto de 2008 hay un nuevo árbol en el parque del barrio Bahía en la Habana del Este; un árbol que sobrevivió a plagas y ciclones en aquel patio habanero. Apenas salió el sol, trasladaron el árbol al parque donde los babalawos y santeros sacrificaron gallos negros y jicoteas (pequeñas tortugas) "que recogen todo lo malo" y con la sangre de los animales bañaron el tronco de la joven Ceiba y luego fue sembrada entre toques de tambores y cantos a Olofi (Ser Supremo en la religión Yoruba. El creador de todo) La reina de los palos sagrados del monte vive siglos, ¿será que Castro vivirá tanto? El caso es que el pasado 13 de agosto cumplió sus 85 años... ¡Pero esa es harina de otro costal!
Un relato que le parará los pelos de punto hasta el más pinto de la paloma, sobre un mega maleficio que se hizo al pie de la Ceiba del Parque de la Fraternidad en 1928, que dicen sumió a Cuba en la desgracia, en otra entrada próxima... ¡Hasta entonces!
Glosario
Y plantar uno de estos fastuosos árboles, no es tarea fácil, sino que el creyente que siembra una Ceiba, contrae un compromiso de gran envergadura. A menudo se ha dicho que se sacramenta junto con la Ceiba, de modo que ese lazo le brindará protección de por vida; pero también le obligará a pagar determinados tributos. Por cierto, hace unos años, en 2008 exactamente, santeros y babalawos e incluso hasta sacerdotes católicos cubanos fueron convocados por las autoridades del Archipiélago para rogar por la salud del ex-presidente Castro, que estaba por cumplir sus 82 años y por entonces andaba muy mal de salud. ¿Qué a qué viene esto? Pues que plantaron una Ceiba en su honor que tenía la misma cantidad de años de germinada que las que cumpliría el mandatario comunista y fue traída de un patio de la casa de una santera anciana que lo donó antes de morir.
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Ceiba sembrada en honor del ex-mandatario Castro en el parque del barrio Bahía de La Habana del Este |
Un relato que le parará los pelos de punto hasta el más pinto de la paloma, sobre un mega maleficio que se hizo al pie de la Ceiba del Parque de la Fraternidad en 1928, que dicen sumió a Cuba en la desgracia, en otra entrada próxima... ¡Hasta entonces!
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Orlando Miguel Rojas Todos los derechos reservados |
Hierático/a: De las cosas sagradas o relativas a ellas.
Santero/a: Denominación populista. Son los practicantes consagrados de la línea de Osha y de Ifá. Término litúrgico.
Babalawo: Clérigo o consagrado oficiante de la Regla de Ifá. Sacerdote de Ifá. Término litúrgico.
Referencias
El Monte, por Lydia Cabrera.
Nota: Es posible que las fotos aquí utilizadas tengan su autoría la cual no pienso transgredir. Por lo tanto si alguno de los autores de estas fotos no consiente su uso, tendré la disponibilidad de suprimirlas al instante. No obstante, muchas gracias por hacer más fácil, ameno y útil el trabajo que aquí expongo.
Nota: Es posible que las fotos aquí utilizadas tengan su autoría la cual no pienso transgredir. Por lo tanto si alguno de los autores de estas fotos no consiente su uso, tendré la disponibilidad de suprimirlas al instante. No obstante, muchas gracias por hacer más fácil, ameno y útil el trabajo que aquí expongo.
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