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| EL ORIGEN DE UNA CARICATURA |
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| De izquierda a derecha: Héctor Suárez, Orlando Miguel y Luis Couturier |
Llegué a México en 1994 y muy pronto tuve la suerte de comenzar a trabajar en Televisa. A los pocos meses ya estaba grabando la primera telenovela: Lazos de Amor, y justo en ese tiempo, al principio de grabaciones surgió la oportunidad de incursionar en las tablas en una obra llamada: Bésame Salvaje, protagonizada por Hector Suárez. En esta comedia interpretaba a un militar, amigo del personaje que encarnaba Suárez.
El autor de la caricatura fue Luis Couturier, que además de buen actor mexicano y compañero, un gran caricaturista. Nos la regaló a todos durante la conmemoración de las cien representaciones. Y la mía tiene su origen de mis llegadas los domingos al teatro Once de Julio, en mi bicicleta desde la Colonia Nápoles a la Narvarte; y en una bolsa plástica que colgaba en el manubrio, un perro caliente y una coca-cola que compraba en la esquina como mi almuerzo dominical rápido, y que comía gustoso antes de comenzar a prepararme para la función de cinco de la tarde.
Recuerdo que, aquella tarde, me sorprendió gratamente cuando abrí el sobre, donde cuidadosamente Couturier había envuelto la tarjeta, y mi primera reacción fue la de soltar una amplia carcajada de oreja a oreja y luego sobrevino mi gran admiración al observar con que maestría había resumido, en tan solo unos trazos, mi acontecer de cada domingo rumbo al teatro.
Gracias Couturier por tan bonito detalle; porque ha sido uno de esos recuerdos que atesoro con mucho cariño.
El autor de la caricatura fue Luis Couturier, que además de buen actor mexicano y compañero, un gran caricaturista. Nos la regaló a todos durante la conmemoración de las cien representaciones. Y la mía tiene su origen de mis llegadas los domingos al teatro Once de Julio, en mi bicicleta desde la Colonia Nápoles a la Narvarte; y en una bolsa plástica que colgaba en el manubrio, un perro caliente y una coca-cola que compraba en la esquina como mi almuerzo dominical rápido, y que comía gustoso antes de comenzar a prepararme para la función de cinco de la tarde.
Recuerdo que, aquella tarde, me sorprendió gratamente cuando abrí el sobre, donde cuidadosamente Couturier había envuelto la tarjeta, y mi primera reacción fue la de soltar una amplia carcajada de oreja a oreja y luego sobrevino mi gran admiración al observar con que maestría había resumido, en tan solo unos trazos, mi acontecer de cada domingo rumbo al teatro.
Gracias Couturier por tan bonito detalle; porque ha sido uno de esos recuerdos que atesoro con mucho cariño.
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| Caricaturista: Luis Couturier |
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