14 de febrero de 2012

Un Nocturno para enamorados

La más bella forma de lo bello
(Contiene audio)

Hay una lengua común, muy suavemente simpática, que deja en los oídos dulzuras que van a ensanchar y a ennoblecer el corazón […] La música es la mas bella forma de lo bello…
José Martí

Y no podrá haber una más bella, que la de los setenta y los ochenta; dos décadas muy prolíferas en cuanto a música se refiere y los cubanos de mi generación estarán de acuerdo conmigo ¿O no? Lógicamente, sin menospreciar la actual; pero dicen por ahí que cualquier tiempo pasado será mejor… o al menos desde mi óptica.

Con la llegada de febrero y con él, el día de San Valentín, recordaba días pasados de aquellas épocas inolvidables en mi tierra natal -inolvidables en todo sentido- y con ese tono romántico -casi enamorado-, que siempre aporta febrero, traje a la memoria las emisiones de Nocturno, ese programa radial tan popular que vio la luz a mediados de los sesentas en Radio Progreso. Sobre todo de aquellas noches para enamorados con poemas y canciones; los miércoles -si mal no recuerdo-. Conducido, claro está, por la voz inigualable de Juan Ramón González Ramos.

 Tema de Nocturno - Los Dan - Ser lo que esperas

Aquel “Buenas noches, compañeros”, que la magia de la radio nos hacia percibir en su voz inolvidable, era, al igual que la programación musical, la que nos regalaba Nocturno cada noche. Y si había un apagón, mayor razón de compañía, junto a una radio con pilas bajo las penumbras de un farol. Hoy, lejos del terruño, al escuchar los temas de entrada y salida del programa -lo mismo me sucede con aquellas canciones de antaño-, siento un no se qué muy agradable que cosquillea en mi pecho. Es precisamente, esa sensación ambigua de alegría y tristeza a la vez; pero que al final se conjugan en una rara felicidad, sobre todo al recordar aquellos tiempos lejanos; tiempos ya pasados que no podrán nunca retornar. Pero como recordar es volver a vivir, vivo a cada instante cuando me sorprende la nostalgia en las letras y melodías de aquellas canciones. ¿Quién no enamoró con un te quiero, te quiero de Nino Bravo? ¿Quién no sufrió con un vivir así es morir de amor de Camilo Sesto? O ¿Quién no hirió el orgullo con la hipocresía de Los Pasteles Verdes?

Y se me ocurrió, a propósito del 14 de febrero, hacer una especie de antología musical y con ellas aderezar atrevidamente, lo que podría ser un programa de entonces, solo que sin la voz de Juan Ramón González Ramos. Aunque estoy seguro que cuando escuchen la parte en la que él solía aparecer como trueno, su voz inconfundible resonará -irremediablemente profunda- en nuestra memoria y todos -los cubanos, sobre todo-, intentarán imitar su locución ¿O no? Que lo disfruten tanto como yo y…

¡Feliz día de los enamorados!



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