La Habana se viste de gala con el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
Tema del festival
Cuando empezaba a chiflar el mono en La Habana con la llegada de los primeros frentes fríos del norte, llegaba con ellos el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano y el habanero se disponía, con sus viejos abrigos, a disfrutar de la muestra cinematográfica, que vio su inicio a finales de la década del setenta. Las principales salas se abarrotaban y las colas de taquilla eran -y son- de hasta casi una manzana en ocasiones, que -incluso- a veces era imposible entrar, sino hasta la siguiente función (o hasta la próxima) -mientras la cola no se creciera con los amigos de los amigos, o los llamados “colados”-.
No hablo de la cola de un perro o la de un lagarto, sino de las hileras, de las filas; de esa amplia cadena humana que desea penetrar ansiosa, lo mismo a panaderías, que a oficinas públicas, que a espacios tan concurridos como las salas de los cines de la isla. Era (y sigue siendo) un evento muy esperado por los capitalinos. Es, sin lugar a dudas, una escapatoria del marasmo cotidiano que provoca -un poco- olvidar las vicisitudes del diario acontecer cubano y la satisfacción de ver algo diferente, o por lo menos, algo más cercano a ello.
Desde este jueves (01 de diciembre) comenzó su trigésima tercera entrega que movilizará durante diez días a más de medio millón de espectadores para socializar en las diecisiete salas destinadas al evento, vistiendo ropas de invierno que, nuestro cálido clima, no permite usar sino en contadas ocasiones del año y diciembre es un mes propicio para ello. Ahora las bufandas han tomado protagonismo desde que se popularizaron en la edición anterior, convirtiéndose en una especie de emblema de este acontecimiento popular.
La atención está puesta en UN CUENTO CHINO, comedia argentina de Sebastián Borensztein, que fue la que inauguró el evento este jueves, en reconocimiento a su calidad y a su intérprete: Ricardo Darín, que hace dos años fue acreedor del premio Coral, como mejor actor por la película El secreto de tus ojos. Otra recomendada, es la brasileña TROPA DE ÉLITE 2, del realizador José Padilha, también ganador de un Coral en la edición vigésimo quinta de este festival cinematográfico que tiene sede en La Habana cada año por esta época.
Un cuento chino, cuenta la historia de un veterano de la guerra de las Malvinas que a causa de un duro revés del destino, su vida se detuvo hace veinte años y desde entonces vive recluido en su casa, atrincherado, casi sin contacto con el mundo, hasta que un extraño evento lo despierta y lo trae de regreso a la vida.
Los dejo, pues, con esta muestra inaugural del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en La Habana, Cuba.
Un cuento chino
Dir. Sebastián Borensztein
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