Los tres reyes magos cubanos:
Básico, No básico y Dirigido
A mis seis años |
A Cuba nunca llegaron los Reyes, sino unos llamados: Básico, No básico y Dirigido; pero tampoco los conocí y si esos existieron, como los Magos de Oriente, por lo menos me fue imposible verlos alguna vez por las interminables colas o filas que se formaban en la entrada de cualquier tienda para lograr una ficha con un número bajo para comprar los juguetes racionados que nos correspondían. ¡Esos reyes sí que racionaban! Mi madre, junto a tantos otros padres cubanos, pernoctaban la noche anterior en los portales sucios de los establecimientos comerciales, sentados sobre cajas de cartón, para intentar ser uno de los primeros en la cola… ¡Pero tremendas colas! Y a eso, “los colados”; esos que se aprovechan para meterse delante haciendo uso hasta de la fuerza para aventajarse con alevosía.
Los cubanos de mi generación no me dejarían mentir. Sólo teníamos derecho (¿derecho?) a elegir tres juguetes racionados por la libreta. El Básico, era el juguete principal, el de mayor valía; el No básico, era aquel que tenía menos importancia; y el Dirigido, cualquier cosa, que podría ser un juego de mesa, palitos chinos o cualquier otra bobería. Al principio fue así: las colas sin fin y las matazones por comprar; pero después te asignaban un día para adquirir esos juguetes racionados. De todas formas las colas siguieron…, y continuaron las matazones de gente queriendo tomar el primer puesto para el primer día que era cuando más posibilidades tenían de comprar lo mejorcito para sus hijos. Pobre de aquellos -como muchas veces nos pasó-, que les tocó el último día para comprar juguetes importados de la otrora Unión Soviética y de China. Para esos infortunados, solo los rastrojos, aquellos rezagados que ningún niño había querido. Era así como mi hermano y yo debíamos conformarnos, muchas veces, con cualquier juguetico, el último día de ventas.
Alguna vez, mientras esperaba junto a mi madre para comprar, uno de los papás de algún niño dijo que “a Melchor, Gaspar y Baltasar los expulsaron de Cuba”. “¿A dónde se fueron? -Le pregunté inocentemente a mi madre-. Mi madre no me respondió, me pasó su mano por mi cabeza con tristeza y me dijo que después me explicaba. ¡Esos fueron los tres Reyes Magos de los setenta en Cuba: Básico, No básico y Dirigido!
¡Feliz día de Reyes!
(Los de verdad)
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