26 de octubre de 2011

Libre

Le cortaron sus ansias de volar

Album "Mi tierra" (1972)
En días pasados me llegó un correo con la historia de una canción interpretada por Nino Bravo, ese valenciano que nos deleitó con sus composiciones y que aún hoy lo sigue haciendo a través de su corto legado discográfico. Recuerdo las veces que canté al unísono mientras lo escuchaba en “Nocturno”; un programa radial muy popular que hoy –por cierto- ni siquiera es la pantufla de aquel conducido por Juan Ramón González Ramos: la voz cubana de la Década Prodigiosa. Su voz aterciopelada inundaba las ondas hertzianas de Radio Progreso, sobre todo en aquellas noches de eternos apagones eléctricos, que a través de un radio ruso -marca Selena o quizá un VEF con baterías-, dejábamos pasar las horas entre canciones románticas y poemas, a la penumbra de un quinqué de queroseno que humeaba el alma y tiznaba el cielo.

Sin embargo, no de “Nocturno”, ni de Juan Ramón, mucho menos de aquellas noches apagadas, es que quiero referirme hoy; sino del Muro de Berlín. “¡¿Cómo?!” –saltarán muchos.  Otros tal vez no, pues es posible que ya conozcan la historia que les vengo a contar, que para mí había sido ajena hasta hace unos pocos días. Del Muro de Berlín; del origen de una canción y de Peter Fechter, un joven alemán en busca de su libertad.

Fin del Muro de Berlín (1989)
El pasado 13 de agosto se cumplió cincuenta años de que comenzaron a levantar esa muralla que dividió las dos Alemania, la RFA y la RDA. El 09 de noviembre de 1989, el pueblo alemán traspasó y derribó el muro ante la impasividad de las autoridades de la RDA; dentro de poco se celebrarán veintidós años de ese significativo hecho que cambió el mundo. Durante la existencia de la opresiva fortificación, cuyo único objetivo fue impedir el escape a la libertad de miles de ciudadanos disconformes con el régimen comunista impuesto por la Unión Soviética, se contabilizaron unas 5000 fugas a Berlín Occidental, a pesar de todo y el muro.

Peter Fechter
El intento fallido más dramático fue el de Peter Fechter, un joven de 18 años, quien quiso cruzar junto a su compañero Helmunt Kulbeik, el cual si consiguió llegar al otro lado. Sin embargo, Fechter no corrió con la misma suerte y fue tiroteado sin compasión por los soldados de la RDA, dejándolo morir desangrado y  a la vista de todos el 17 de agosto de 1962. Herido de muerte en la pelvis, cayó en la zona llamada “Tierra de nadie”, clamando de dolor y gritando por ayuda sin que nadie acudiera a socorrerlo. Una hora lenta y siniestra hacia la muerte.

Casi una década más tarde, Nino Bravo inmortalizó aquel trágico episodio cuando cantó: “…y tendido en el suelo se quedó sonriendo y sin hablar; sobre su pecho flores carmesí, brotaban sin cesar…”, un fragmento de la letra de uno de sus mayores éxitos: <<LIBRE>>; todo un canto a la libertad.

Soldado cargando el cuerpo sin vida
de Fechter
Siempre he pensado que detrás de una gran canción, existe una gran historia y esta, lamentablemente, demasiado triste. Ya, en mis labios, no la cantaré ligera ni sonriente como cuando la entonaba en la adolescencia. Ahora cada vez que la escuche, siempre recordaré a ese obrero que no pudo detener sus ansias de volar… ¡Hacia la libertad..., y le truncaron sus alas!


 (Nino Bravo - "LIBRE")


Tiene casi veinte años 
y ya está cansado de soñar;
pero tras la frontera está su hogar
su mundo y su ciudad.
Piensa que la alambrada solo es
un trozo de metal,
algo que nunca puede detener
sus ansias de volar.

Libre,
como el sol cuando amanece,
yo soy libre como el mar...
Libre,
como el ave que escapó de su prisión
y puede, al fin, volar...
Libre,
como el viento que recoge mi lamento
y mi pesar,
camino sin cesar
detrás de la verdad
y sabré lo que es al fin la libertad.

Con su amor por bandera se marchó
cantando una canción,
marchaba tan feliz que no escuchó
la voz que le llamó,
y tendido en el suelo se quedó
sonriendo y sin hablar,
sobre su pecho flores carmesí,
brotaban sin cesar...





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