29 de marzo de 2013

VIVEZA CUBANA


El sándwich cubano


Sándwich cubano
Un estudiante americano de visita en La Habana compra en la tienda para turistas, un sándwich especial cubano: Un pedazo de pan francés de casi un pie de largo con lascas de lechón asado, jamón serrano y york, queso suizo, mantequilla, salsa, pepinillo y grandes rodajas de tomate.

Con su sándwich y una Cola en mano se va a comer cerca de las azules aguas, frente al Meliá Cohíba donde se hospedaba. Apenas había comenzado a disfrutar su apetitoso 'lunch', vio a un joven cubano que pasaba por allí. El cubano comía otro sándwich, el llamado Pan con timba, hecho con un pedazo de pan pequeño, con dulce de guayaba, comprado en un timbiriche de la calle Paseo. Mientras el cubano saboreaba lentamente su pan con timba para que le durara, el americano se acerca y le dice:

- “Nosotros los americanos estar maravillados por agilidad mental de cubanos. Todos saber ajedrez, conocer reglas de baseball y de otros deportes, tener una gran memoria y conocimientos históricos. Casi todos hablar otros idiomas y saber mucho geografía y política internacional; además resultar increíbles en avances de ciencias: inventar vacunas sintéticas… ¿Cuál ser el secreto?” El cubano, mirando con avidez el sándwich del americano, le dice:

Pan con timba
- “Bueno, te voy a confesar la verdad. ¿Ves este pedazo de pan? Dentro tiene dulce de guayaba de una variedad de fruta endémica que solo crece en Cuba. Es elaborada con azúcar prieta de Cuba. Hace muchos años los científicos soviéticos descubrieron que la caña que se cosecha en Cuba tiene unas moléculas con protones radiactivos que pasan por ósmosis al azúcar prieta, los cuales al combinarse con una sustancia activa intrínseca de los componentes de isotrones de la guayaba que, una vez que llegan al cerebro a través de la microcirculación sanguínea, producen un efecto súper energizante que estimulan las células cerebrales, en especial las de la actividad mental y memoria inmediata, con los resultados fabulosos que mencionaste. Ese es nuestro secreto”. El americano, con mucho interés, le pidió probar un pedazo del dulce. Entonces el cubano le dice:  

- “Bueno, como muestra de solidaridad y amistad, por haber venido a Cuba rompiendo las férreas restricciones del bloqueo, voy a hacer algo mejor por ti: Te cambio el pan con guayaba y dulce de caña por ese sándwich que te estás comiendo que -dicho sea de paso-, está lleno de sólidos grasos de origen animal, colesterol y triglicéridos que endurecen las arterias; factores fundamentales del infarto del miocardio, causa primaria de muerte en la población de los Estados Unidos”. Con un gesto precipitado el gringo le extendió su sándwich al criollo, quien enseguida se lo intercambió por su pan con dulce.

El cubano le entró al sándwich de tal forma que en tres bocados había llegado a la mitad del mismo. Por su parte el americano se iba comiendo lentamente el pan con  timba, porque lo cierto es que estaba un poco duro y el dulce, algo rancio. Al cabo de unos minutos, dice el gringo:

- “Tener la impresión de que tú salir ganando con este intercambio”. A lo que el cubano le contestó:

- “¡¡¡COÑOOOO,  BÁRBARO, CHICO!!!  ¿Ves? ¡Ya te están haciendo efecto en el cerebro LOS PROTONES de las moléculas de la caña de azúcar y los ISOTRONES de la guayaba! ¿¡No te lo dije!? ¡¡¡Sigue, sigue masticando!!!”


Asere qué vola

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