Del Quinquenio Gris a la sonrisa de Mariela
La visita a los Estados Unidos de la hija del dictador cubano Raúl Castro, ha levantado polémica y contrariedad en la diáspora cubana, y no es para menos. ¿Cómo es posible que el gobierno de los Estados Unidos le extienda visado a Mariela Castro Espín? Se preguntan muchos de mil maneras. Es cierto. No obstante, visto desde otra óptica, ese acto de la dirección de Washington es evidencia palpable de lo que significa verdaderamente una democracia. Por el contrario, el gobierno de los Castros no permitiría jamás que un funcionario norteamericano y/o un congresista cubano-americano, opositores de la doctrina comunista, pisaran suelo cubano con fines proselitistas como lo está haciendo Mariela Castro en Estados Unidos, portavoz de una tiranía como la que se impone en Cuba desde hace más de cinco décadas.
Castro Espín obtuvo un visado junto a varios funcionarios cubanos para asistir a un evento en San Francisco, donde habló sobre la defensa de los derechos de los homosexuales en Cuba, entre otros asuntos. Visto ligeramente, se podría interpretar que el gobierno de Cuba de verdad se preocupa por esas cuestiones. Por supuesto que los que así pudieran llegar a pensar, ciertamente desconocen los alcances maquiavélicos de un gobierno como el de los Castros que siempre ha mirado por sus intereses; importándoles un comino los derechos del pueblo cubano y así lo han demostrado durante más de 53 años de autocracia.
Revista Mella - 1965 |
En 1965 se crearon las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), cuyo rigor disciplinario se acercó más a los campos de concentración nazis, que a centros productivos propiamente; y donde fueron confinados a trabajos forzosos decenas de miles de hombres, entre religiosos, disidentes, intelectuales <<desobedientes>> y homosexuales. Estos campos fueron cerrados en 1968 debido a las oposiciones internacionales y las disidencias internas. Sin embargo, Mariela Castro expresó recientemente que <<la UMAP surge como modalidad del Servicio Militar Obligatorio en un contexto de agresiones permanentes de EE.UU>> y niega que fueron campos de concentración. Ha propuesto investigar sobre las particularidades de aquellos hechos (Puro cuento chino)
Los testimonios de aquellos que vivieron en carne viva esas barbaries durante el llamado <<Quinquenio Gris>>, aparecen en el documental: Conducta Impropia, realizado en 1984 por Néstor Almendros y Orlando Jiménez Leal, sobre la represión y el acoso del castrismo para quienes no se ajustaban al modelo del <<Hombre Nuevo>>.
Conducta Impropia (resumen de testimonios) Parte 1
Conducta Impropia (resumen de testimonios) Parte 2
Desde entonces a la fecha, las represalias discriminatorias continuaron: Surgió la llamada <<Parametración>> en 1971, que propició injustos despidos de artistas e intelectuales homosexuales; se aprobaron estatutos y cláusulas expresas contra la homosexualidad en el Código Penal cubano; durante el éxodo del Mariel en 1980, el gobierno de Castro deportó a enfermos mentales y presos comunes, junto a homosexuales que incluyeron la nómina de los <<indeseables, apátridas y lumpen>>; se creó el primer sanatorio en 1986 donde recluyeron en cuarentena obligatoria a los enfermos de HIV que, incluso, fueron relegados a la fuerza en los campamentos; se han hecho redadas y detenciones policiales constantes; entre un sinnúmero de etcéteras más.
Y aunque han disminuido las <<cacerías draconianas>> contra ese sector de la sociedad, los hermanos Castro sostienen aún sobre su trono, la potestad de etiquetar, excluir, limpiar, humillar, frenar y rechazar a los homosexuales y lesbianas inconformes, a través de la Ley de <<peligrosidad social pre-delictiva>> y esto ha conseguido también perseguir a personas no gratas por razones diversas: desde disidentes políticos, hasta riñas meramente personales.
Así que, toda esa parafernalia que promueve Mariela Castro con su <<agradable sonrisa>>, es pura demagogia. Supuestos cambios que, más que democráticos, son de interés gubernativo; porque ella está en plena campaña política. Es solamente una manera muy astuta de darle un rostro más joven al oficialismo cubano que permita resistir a la actual crisis del sistema comunista; pero también engendrar la posibilidad de que, tal vez un día no muy lejano, pueda devenir otro <<Patria o muerte, venceremos>>, que podría cambiarlo todo, para dejarlo casi todo igual, con el ascenso de una mujer a la presidencia de Cuba: Mariela Castro Espín. ¡El mismo perro; pero con diferente collar!
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